Canarias ante el reto de avanzar hacia un modelo de Turismo Sostenible
Pasados los primeros días tras la impactante noticia de la quiebra del operador turístico Thomas Cook y las primeras respuestas de nuestras administraciones y el empresariado local, podemos pensar en abrir un espacio de reflexión y análisis que nos ayude a superar los efectos de este nuevo varapalo a nuestra industria turística, así como marcar las pautas de unas nuevas líneas de desarrollo que nos permitan evitar este tipo de circunstancias.
En primer lugar, quisiera poner en valor el trabajo que se está realizando desde las diferentes administraciones públicas que - esta vez parece que sí - trabajan codo con codo para superar los efectos inmediatos sobre usuarios y operadores turísticos, buscando alternativas que garanticen la conectividad aérea y, por otro lado, facilitando la sustitución de las numerosas plazas que han quedado liberadas de muchos establecimientos hoteleros. Todo ello con gran urgencia debido a la inminencia del inicio de la temporada alta invernal.
En segundo lugar, deberíamos poner en contexto la situación actual antes de lanzar mensajes altamente alarmistas que pronostican caídas en nuestra economía del orden de un 6%, pérdidas de establecimientos hoteleros y una destrucción de empleo sin precedentes.
Recordemos - hace ahora casi dos años - que la quiebra de Air Berlín (que trasladaba a Canarias un volumen de turistas similar al de Thomas Cook) supuso la caída de tan solo un 2% de turistas, gracias a las medidas para la rápida sustitución de la conectividad aérea y la entrada de un nuevo operador como Norwegian.
No estoy afirmando que la situación sea similar, ya que ahora al problema de la conectividad aérea se suman el impacto en las reservas de establecimientos alojativos, la situación de incertidumbre con el cierre de las bases canarias de Ryanair, las amenazas de recesión económica internacional y la inestable situación de las filiales de Thomas Cook, con el añadido de que la touroperación no encuentra acomodo en la nueva sociedad de la tecnología y la información, con usuarios que prefieren planificar sus experiencias directamente, saltándose la cadena de intermediación.
Quizás es en este punto donde encontremos alguna de las principales debilidades de nuestra oferta turística: la dependencia de grandes “mastodontes” turísticos que, como vemos ahora, se asientan sobre pies de barro, y que han contribuido a orientar nuestra oferta turística hacia un modelo nada sostenible.
¿Qué podemos hacer para limitar esta dependencia y mantener un sector del que vive más del 60% de la población canaria?
Seguramente no hay una solución única, pero tras unos días de recopilación y análisis de datos, desde ACTIVA CANARIAS, la asociación profesional que reúne a las empresas de turismo activo del archipiélago a la que represento, hemos corroborado la escasa influencia directa que la quiebra de Thomas Cook ha generado, tanto en los servicios actuales como en la previsión de la temporada invernal.
Esto se debe seguramente a que este sector tiene unas características que contribuyen a su mayor inmunidad y sostenibilidad:
Servicios personalizados, pequeños grupos y atención directa, evitando los grandes grupos que generan mayor dependencia de los intermediarios y un mayor nivel de riesgo.
Simplificación de la cadena de intermediación y mayor preparación para la comercialización directa.
Diversificación de los servicios ofertados, adaptados a las necesidades de los usuarios, y siempre desde el punto de vista de la sostenibilidad económica, social y ambiental.
Aumento del gasto en destino y mayor distribución, dado que estos usuarios demandan servicios más allá del establecimiento hotelero: restauración, artesanía, productos locales, servicios locales, alquiler de vehículos, etc.
Usuarios con un mayor nivel adquisitivo, mayor sensibilidad con los recursos naturales y con un mayor nivel de fidelización.
En definitiva, el sector del turismo activo trabaja más alejado de los canales de distribución y ventas tradicionales, sus usuarios generan mayor consumo en destino, tienen una mayor sensibilidad para el cuidado de nuestros recursos naturales y culturales y ayudan a generar una economía más distribuida.
Este sector se caracteriza por iniciativas empresariales de pequeña dimensión pero muy especializadas y profesionalizadas, por lo que alcanza una gran distribución territorial, llegando especialmente a aquellos municipios que tradicionalmente han quedado apartados de la bonanza turística. Siguiendo esta reflexión sobre el modelo y ampliando nuestra visión al destino, podríamos imaginar un destino turístico (Canarias) que se caracterice por:
Menor dependencia de un modelo de touroperación e intermediación en decadencia, sustituyéndolo por una mejor preparación tecnológica del destino.
Mayor diversificación de la oferta. Cada vez cobra mayor valor la oferta complementaria, la realización de actividades de aventura, la observación de estrellas, la visita a yacimientos, la gastronomía, la cultura, los eventos deportivos, etc.
Un modelo turístico sostenible. Históricamente Canarias ha vivido momentos de bonanzas y grandes crisis económicas fruto de los diferentes monocultivos en los que se ha basado nuestra economía de forma casi exclusiva: la cochinilla, la caña de azúcar, la platanera, el tomate, … y el turismo. Tenemos que aspirar a superar este modelo y buscar alternativas que mejoren la rentabilidad, la distribución de las rentas, reduzcan la dependencia de operadores exteriores y que mimen nuestro territorio.
El turismo activo en Canarias genera unos 4.500 empleos y acoge a aproximadamente el 10% de nuestros visitantes. Es un sector que pasa desapercibido en los espacios de toma de decisión pero con un modelo y una visión que tiene mucho que aportar. La Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo (ANETA), de la que ACTIVA CANARIAS es miembro, destacó en un comunicado reciente la importancia del sector para aportar valor a la oferta turística tradicional, y describió esta situación como una “ventana de oportunidad” para reflexionar sobre el modelo turístico que queremos. Momentos de crisis como estos son los que impulsan la innovación, la creatividad y la inteligencia. Quizás este puede ser un momento estratégico para aportar estos tres elementos en la construcción de un nuevo modelo turístico basado en unos valores diferentes que nos inmunicen ante este tipo de situaciones, garanticen la sostenibilidad de nuestro medio ambiente y contribuyan a la mejor calidad de vida de todos los canarios. Ahí queda el reto…
José Luis Echevarría
Presidente de la Asociación Canaria de Turismo Activo (ACTIVA CANARIAS)
Secretario de la Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo (ANETA